La lencería o ropa interior femenina engloba a una serie de prendas íntimas que son importantísimas por muchas razones: comodidad, diseño, estilo. Se trata de un tipo de vestimenta, que por su variedad, siempre ha generado interés y debate.
Su historia viene de lejos y sus categorías e innovaciones son una constante, convirtiendo así a la lencería en un terreno fértil y atractivo.
De la ropa interior femenina se ha dicho mucho y queda mucho por decir.
Origen de la lencería
Los primeros indicios que pueden servir para ubicar el germen de la lencería son tan antiguos que su uso responde a algo tan prosaico como el protegerse del frío. Es el caso de piezas de lino o cuero, que servían para cubrir zonas íntimas, halladas hace más de 30 años en los restos de tumbas egipcias con más de 7.000 años de antigüedad.
De este modo, podemos concretar que fue la braga el primer elemento de la lencería en aparecer. Más tarde llegaron las túnicas (predecesores del camisón), y tiempo después los corpiños y corsés. Otro clásico de la ropa interior femenina como el sujetador, no vería la luz hasta principios del siglo XIX.
Tipos de lencería
Lo que queda claro es que el mundo de la lencería ha desplegado un amplísimo catálogo de prendas a lo largo de la historia. Variedad, innovación y utilidad.
Sujetador
El sujetador o sostén, fue de los últimos elementos de la lencería en llegar pero supuso una auténtica revolución, un cambio de paradigma en la imagen y significado del cuerpo femenino.
La prenda que cubre los senos llegó para completar a otras que contribuyeron antes a esa misma función, tales como el corsé o más tarde el body. Además de tapar, el sujetador ayudó a moldear el busto, relazando o conteniendo, según las necesidades o voluntad de cada mujer.
Braga
La braga, en sus prehistóricos inicios conocida con el mal nombre de taparrabos, fue pensada para el uso masculino. Tiempo después fue empleado también por mujeres, con el fin de protegerse de las bajas temperaturas. Antes, como principal pieza de ropa interior empleaban camisones o túnicas.
Existen tres tipos clásicos de este complemento: la braga estándar, el culotte y el tanga. La diferencia más aparente es la cantidad de nalga que cubre, siendo la primera la que más y la última la que, con un hilo de tela, las deja prácticamente al descubierto.
Camisón
Como hemos mencionado antes, se trataría de la prenda más antigua, siempre y cuando consideremos a la túnica como su prima hermana. El camisón oficial nace en los albores del siglo XV y lo hace como respuesta a la incomodidad. Lo ceñido de las piezas que se empleaban en el día a día, pedía a gritos algo holgado con lo que poder dormir holgadamente.
En todo este tiempo, el camisón ha evolucionado en forma, materiales y usos, ya que a día de hoy no solo es de empleo nocturno y puede lucirse en cualquier momento del día.
Corsé
El corsé es otra prenda íntima de carácter evolutivo, desde las primeras tribus caucásicas hasta la actualidad, pasando por la época victoriana, momento en el que vive su momento de mayor popularidad.
La pieza que nos atañe, el corsé como prenda íntima femenina, se ha usado siempre para realzar y moldear el cuerpo de la mujer, pero como es sabido no es su única utilidad. Antiguamente se ha usado como escudo en la batalla y también, hasta la fecha, como elemento ortopédico que favorece a una mejor posición de la espalda.
Media
Las medias, como hemos visto en otros casos, fueron propiedad del hombre en su origen y hasta el siglo XVI cuando se popularizó su uso en mujeres. Se trataba de una pieza que cubría el pie hasta el muslo.
Existen también muchos tipos distintos: de rejilla, con costura o térmicas. Además de conocer las distintas clases, debemos saber distinguirlas de otras prendas como el panty. La diferencia entre uno y otra es que los pantys se ajustan hasta la cintura.
Picardías
El picardías es una pieza íntima nacida en la década de los 50 del siglo pasado y que se popularizó gracias a una película de 1956 titulada Baby Doll. Tanto es así, que el propio título del film serviría para darle nombre en inglés.
Creado por la diseñadora Sylvia Pedlar y pensado para dormir, rápidamente se convirtió en un símbolo de seducción femenino, cuyo uso se divulgó gracias al ejemplo de algunas famosas como Courtney Love o la mismísima Madonna.
Body
La versátil pieza que cubre el tronco hasta llegar a la entrepierna ha sido una superviviente a modas y tendencias. Fue muy popular en los 80 gracias a esbeltas deportistas que transmitían su pasión por el aeróbic.
Más allá del deporte, el confort y el uso íntimo, el body ha destacado como una prenda de uso exterior combinado con todo tipo de complementos, diseñada con distintos materiales y tejidos.
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